Se acabaron las fotos de los dirigentes socialistas con los líderes de ETA en amable francachela; y comenzaron a desempolvarse los informes elaborados por la Guardia Civil y la Policía Nacional. Desde que ETA declaró formalmente rota la última tregua -meses después del atentado que costó la vida a los ciudadanos Estacio y Palate-, el gobierno de Zapatero empezó a hacer gestos en sentido contrario a los realizados a lo largo de toda la legislatura en política terrorista.
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