Un nuevo, peligroso y poco conocido fenómeno se está desarrollando en África desde hace poco: multitud de compañías de países asiáticos y árabes se han lanzado a una carrera desenfrenada de compra de tierras en países africanos. Este proceso es favorecido por la conversión de los alimentos como objeto de especulación financiera. Durante los últimos meses se ha acelerado por la fuerte subida del precio de los alimentos y los biocarburantes. El presidente de la FAO no ha tenido reparos en llamarlo un “nuevo colonialismo”.
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