El patrón de alimentación de los mosquitos es inherentemente peligroso: Alimentarse de sangre implica encontrar una víctima, evitar ser detectado por el animal, agujerear la dura piel, y soportar las posibles respuestas inmunitarias de la víctima, por no mencionar el manotazo propinado por una mano humana o el rociado con insecticida.
|
etiquetas: mosquitos , temperatura corporal