Unia acordó con los trabajadores un ERE(que supuso despidos) a finales del año pasado para incrementar la rentabilidad e incumple su compromiso de aportar fondos para afrontar el ajuste de empleo. Un año después se comprueba que por la empresa se ha financiado mediante aplazamiento de las deudas con la Administración Pública y préstamos con la matriz, debiendo afrontar las cuotas incrementadas con intereses y comisiones, dejando a los trabajadores sin cobrar desde septiembre y presentando un concurso de acreedores.
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