El mecanismo es sencillo: se elige una nación derrochona o muy endeudada; se lanza la información de que tiene dificultades para pagar; se insta a una agencia de rating a que rebaje su calificación, lo que suelen hacer motu proprio, y ya está: la prima de riesgo, por las nubes, y los intereses, por encima del 10% anual. Resultado: los necesitados del país, más pobres todavía, y los potentados que compraron deuda, forrados. Es el robo mejor organizado que conozco. Y se practica con la más exquisita impunidad...
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