Siempre que veían un vehículo a punto de incorporarse al carril más externo por donde ellos siempre circulaban, pisaban el acelerador del coche y provocaban el accidente. Como la preferencia siempre es para el vehículo que se encuentra en la glorieta, al seguro del conductor que se incorporaba a la rotonda siempre le tocaba pagar. Por ello, los peritos siempre terminaban por darle la razón a los denunciados y estos cobraban la indemnización, que poco a poco ha sumado 300.000 euros.
|
etiquetas: rotondas , seguros , fraude , granada