Si buscamos privacidad, es una mala época. Lo mejor que nos puede pasar como ciudadanos hablando de privacidad, de cara a estar protegidos frente a esta captación constante y masiva de datos, tanto los nuestros como los del entorno que nos rodea, es que los sistemas que empleen las entidades públicas, jurídicas o fiscales, no estén actualizados. Mientras existan sistemas que sigan funcionando en entornos cerrados no integrados, podremos hablar de privacidad.
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