Lo que se ve en la imagen es el castro Cotón en Coristanco. En 1956 este sitio, que tenía usos agrícolas como gran parte de las fortificaciones de la Edad de Hierro, parecía encontrarse en un espectacular estado de conservación. Fijaos en la consecuencia de la explotación forestal ultraagresiva. Decenas de bancales literalmente pulverizaron todas las defensas de la zona arqueológica.
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