El 14 de abril, dos hombres ingresaron a la casa de Asma Firdous, le cortaron seis dedos, le tajearon los brazos y labios y luego le rebanaron la nariz. Antes de irse, dejaron a la joven de 28 años encerrada. Asma, oriunda de la empobrecida aldea Kohaur Junobi del sur de Pakistán, fue mutilada porque su esposo estuvo involucrado en una disputa con sus parientes, y ellos querían venganza.
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