Un grupo de la Universidad de Nanjing ha estado estudiando microARN de la sangre y se sorprendieron al encontrar algunos microARN procedentes de arroz, un componente esencial de su dieta. Comprobaron en ratones que los microRNA provenían, efectivamente, de la dieta. Vieron un microARN de arroz que bloquea la expresión de un receptor de colesterol en células, y el colesterol subía; si apagaban los microARN de planta conseguían subir la expresión del receptor y el colesterol bajaba. Artículo en
Nature de sept-2011:
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