Llegaron a principios de siglo, irrumpiendo en los barrios con sus bazares, relegando y enterrando bajo tierra a los conocidos «Todo a 100» regentados por españoles. Con sigilo, bienes sustitutivos de peor calidad, precios baratos y miles de horas de trabajo a sus espaldas han ido ampliando su oferta, abriendo todo tipo de comercios y ganando terreno físico en la región.
|
etiquetas: comercio , chino