Se trata de un automóvil que, según sus inventores, es propulsado únicamente por aire y agua. Lo ha desarrollado una start-up israelí a partir de una batería, que en el prototipo va situada en el maletero, de iones de aluminio que en reacción con el oxígeno del aire es capaz de mover el vehículo con una autonomía de nada menos que 1.600 km. Y cuando ésta llegue a su límite, basta con repostar con agua común para volver a circular de nuevo la misma distancia
|
etiquetas: automovil , medioambiente