La furgoneta del reparto se detiene en la puerta una vez al mes, procurando no entorpecer el tráfico de la gran ciudad. Las provisiones se han terminado y los dueños del local le han llamado para hacer un nuevo pedido. El conductor baja del vehículo y con la ayuda de un carro carga varios kilos de género para llevarlos hasta el local. Las cajas no contienen ni comida, ni bebida: el hombre del reparto dispensa marihuana.
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