El bar irlandés Molly Bloom’s, ubicado en una plaza en la misma calle que las oficinas centrales de Blackberry en Waterloo, Ontario, disfrutó, por años, de un negocio constante a la hora del almuerzo y después del trabajo, gracias a los empleados de BlackBerry. "Solíamos sacar 20 silla extras y apretarlas para la hora del almuerzo, cuando más gente venía", dijo el propietario de Molly Blomm’s, Brian Watson. "Pero no las hemos tocado en todo este año".
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