Europa se dispone a calcar una solución ya en marcha en Canadá, Australia y algunas zonas de EEUU para prevenir los incendios, las muertes y las catástrofes ecológicas provocadas por la dejadez y la estupidez de quienes arrojan al suelo cigarrillos encendidos. La idea es obligar a la industria tabacalera a producir cigarrillos que se apagan solos cuando el fumador se deshace de ellos o los olvida. Bruselas considera que el proceso de normalización en Europa de estos cigarrillos llevará entre dos y tres años.
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