Dice que la marcha atea "es clara provocación a los sentimientos religiosos" y desea que el TSJM no la permita MADRID. "Se ha prohibido en defensa del derecho a la libertad religiosa de los madrileños. Supone un claro ataque e inferencia a los derechos de las personas a acudir a las procesiones. Las razones de la prohibición son fundadas por los posibles incidentes que se pudieran producir", ha argumentado.
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