Aunque no lleven etiqueta, los apellidos, como los buenos vinos, también tienen denominación de origen. Así que si su nombre va seguido de un apelativo como Albert, Pitarch o Alemany, no se extrañe si en los próximos días llega a su buzón una carta en la que se le invita a donar una muestra de saliva en un pequeño tubo de ensayo. El objetivo es estudiar en profundidad los orígenes de su apellido, su evolución a lo largo de los siglos, su fundador y el lugar de nacimiento de este.
|
etiquetas: valencianos , estudio genético , apellidos catalanes