Usar una cubierta de plasma como gigantesco receptor de radio debería resolver los problemas de comunicación a los que se enfrentan los aviones hipersónicos y las naves que re-entran en la atmósfera... Cuando una nave retorna a la Tierra, una de las partes más tensas de la misión es el apagón de radio en la re-entrada del vehículo en la atmósfera. Viajando a Mach 8 y 15, la nave se calienta y rompe las moléculas de la atmósfera, provocando que se forme un plasma. Es esta cobertura de plasma lo que evita la comunicación por radio.
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