En las keynotes de Apple se está convirtiendo en una tradición el hacer comparaciones -con nombres y apellidos- de productos de la empresa frente a la competencia. Los gráficos, siempre según Apple por supuesto, no dejan lugar a dudas, y los ataques a la competencia que los de Cupertino mostraron ayer en la keynote podrían salir carísimos a Steve Jobs y los suyos. Hay un precedente en este sentido que Apple ya reconoce que está sufriendo en su propias carnes, y que todo el mundo conoce; este precedente se llama iPhone
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