Un grupo de 697 personas leyó 220 de tuits escritos por otros humanos y por el modelo de inteligencia artificial GPT-3, el germen del actual éxito global ChatGPT. Tenían que adivinar dos cosas: uno, cuáles eran verdaderos y cuáles falsos y, dos, si habían sido escritos por una persona o por la máquina. GPT-3 ganó en ambos casos: mintió mejor que los humanos y también mintió para hacer creer que era otro humano quien escribía. “GPT-3 es capaz de informarnos y desinformarnos mejor”, concluyen los autores de un nuevo estudio
|
etiquetas: chatgpt , desinformacion , mejor , humanos , estudio