P: ¿Por qué perdura entonces el relato místico-religioso? R: He mencionado la inercia y cómo la posición por defecto del encéfalo humano hace que tienda a ser teleológico y lineal. Tú necesitas un fin: “¿Qué sentido tiene la vida?”, ¡ninguno! Es que eso no lo aguanta mucha gente. ¿Qué sentido tiene la vida? La respuesta correcta es: ninguno. Es la consecuencia del desarrollo de las leyes naturales. Punto pelota. No tiene “fin”. Pero, ¿qué ocurre? Que como los humanos somos racionalizadores y pensamos que todo tiene que tener un “fin”.
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