Lo ocurrido el pasado día de Reyes fue la gota que ha colmado el vaso del malestar hacia la política informativa de La Zarzuela, porque es la tercera vez en menos de un año que la Casa Real veta el acceso de los periodistas a un acto oficial al que asiste el Rey. Por primera vez desde que se celebra ese acto, siempre el 6 de enero, los representantes de los medios de comunicación fueron invitados a abandonar el edificio, sin mediar explicación alguna, al concluir las intervenciones del Rey y la ministra.
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