Calles de Phnom Penh, en Camboya, uno de los países más pobres del sudeste de Asia. Allí, donde la tercera parte de la población vive con menos de un euro al día, subsisten más de dos mil niños en las calles, lo que la convierte en un destino muy apetecible para los pederastas. Pero las autoridades del país han decidido perseguir a los extranjeros que llegan para abusar de niños o adolescentes. El documental muestra un nuevo fenómeno, mucho más perverso y difícil de combatir: las falsas adopciones.
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