La fe religiosa no es la única fuente de irracionalidad que desdeña alegremente los descubrimientos de la ciencia. También los son la astrología, o el avistamiento de ovnis. Pero el dogma religioso tiene un mayor papel protagonista que cualquier otra en la política pública. Sólo el dogmatismo religioso recibe el apoyo incondicional del gobierno. Por el contrario, el Tribunal Supremo de Justicia no tiene costumbre de elogiar a la nación por su confianza en la astrología.
Segunda parte: bit.ly/akwYV5