La patronal madrileña, CEIM, estuvo desviando el dinero de los cursos de formación hacia los sueldos de sus dirigentes. Así consta en dos informes de la Cámara de Cuentas de 2008 y 2009 según los cuales sus salarios (entre 100.000 y 220.000 euros al año, aunque hay alguno que llega a los 358.000 euros al año) provenían hasta en un 90% de las subvenciones de la Comunidad de Madrid destinadas a la formación de trabajadores. La Comunidad de Madrid detecta que tres asociaciones empresariales más podrían haber realizado cursos fraudulentos.
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