Un grupo de cazadores furtivos mató al último rinoceronte blanco hembra de la reserva Kurgersdorp, cerca de Johannesburgo, disparándole tranquilizantes desde un helicóptero y cortándole posteriormente el cuerno, por lo cual murió desangrado. De acuerdo con oficiales de protección ambiental, la caza furtiva de rinocerontes ha aumentado en los últimos años, con 129 casos registrados en Sudáfrica el 2009. La semana pasada, cinco hombres fueron arrestados en Krugersdorp, con dos cuernos de rinoceronte, un hacha y rifles AK-47.
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