Resulta sorprendente que unos catequistas elegidos por el obispo para adoctrinar en colegios e institutos, cuando les faltan alumnos pretenden que se les mantenga en sus puestos. Es incomprensible que una persona designada por el obispo para dar la doctrina católica pretenda completar su horario dando clases de ciencias, de historia, de literatura. Pues por una parte no han tenido que pasar por ningún proceso selectivo como sus compañeros para poder trabajar en la función pública demostrando sus conocimientos.
|
etiquetas: religion , asignatura , laicismo , catequistas