El Govern siempre ha defendido la viabilidad entre la cohabitación de humanos y osos, pero admite que ese mensaje no ha sabido transmitirse a aquellos que no quieren ni oír hablar de plantígrados. Esa frontal oposición es la que ha impedido promocionar el oso como marca del Pirineo, tal como se ha hecho en otros territorios. "Aquí hemos pasado demasiado tiempo apagando fuegos", reconoce Manel Pomeral, técnico de la Conselleria de Medi Ambient.
|
etiquetas: ecoturismo , biodiversidad , pirineos