El castro de Peña Amaya fue conquistado por Leovigildo en 574 d.C. y fue capital de Cantabria. Un año antes un santo les avisó de su final. Su nombre era célebre en una Hispania desgarrada por la guerra, la herejía y el hambre. Decían que el viejo ermitaño Emiliano de la Cogolla, más conocido como San Millán, hacía milagros y expulsaba demonios
|
etiquetas: castro , cántabro , visigodo , san millan , amaya