El religioso Josep Barcelo ha incluido en su libro sobre misioneros "121 mallorquins" al cura J.P.B. asesino confeso de un monaguillo de 9 años. El autor que se refiere al crimen como "un problema muy grave que asumió con fortaleza y humildad" revela que el sacerdote nunca pisó la cárcel ni fue excomulgado tal y como creía la familia de la víctima. La Iglesia le trasladó a Tangel, Alicante, y luego a Lérida en La Bordeta como vicario, falleciendo en 2002 tras pasar su vejez en un centro de las Hijas de la Caridad.
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