"Mi nombre es Claire Anastas. Vivo con mi marido, mis cuatro hijos y mi madre en Belén en una casa rodeada por tres lados por un muro de hormigón de nueve metros de alto". En septiembre de 2002, las Fuerzas de Defensa de Israel levantaron una pared de cemento que les ha separado de familiares y amigos que quedaron al otro lado; restringe su libertad de movimiento y por lo tanto ha cambiado su vida desde que fue construido.
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