El hecho es que, en la actualidad, ni los padres ni los abogados podemos ver a Antón. La última tortura a la que nos sometió el sistema carcelario es de este domingo (hubo otras anteriores). Como sabéis, después de la incomunicación policial vino la incomunicación judicial. Antón llamó el día 8, jueves, para decirnos que lo llevaran al centro penitenciario de Aranjuez. Mi teléfono móvil dice que la llamada fue de 45 segundos. Traducción en el comentario
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