Estas navidades a mi mujer le cayó un Kindle, que no es un huevo sorpresa, sino un lector de libros electrónicos. Como tengo otro y lo llevo asociado a una cuenta, decidimos comprar un libro del género fantástico por 9 euros a través del Kindle, un precio que me parece apropiado para un libro electrónico, y me dije, venga, vamos a ser buenos y aportamos nuestro granito de arena a la cultura. El problema llegó cuando mi mujer me pidió la segunda parte del libro y ¡OH SORPRESA!, descubrí que valía 19 euros.
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