En la película el director se preocupó de que no molestara a unos y otros. Que azules no se enfadaran con rojos, que los curas no la miraran con desconfianza... Seguimos con la pelea, que se ha ido encendiendo. Es lamentable que no dejemos engañar. A las autonomías les da votos enfrentarse unas con otras. Es un país de chupones y da igual que sean corruptos o no. Hay que luchar contra ellos; de lo contrario, tendremos una democracia de taberna. El otro día un taxista me echó una filípica sobre la memoria histórica.
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