La cárcel de Mansillas de las Mulas tiene una de las tasas de hacinamiento más altas de Castilla y León, un 170%, lo que quiere decir que en el espacio destinado a 1.008 reclusos existen, a día de hoy, 1.722. Aún así, no es el centro que se encuentra en peores condiciones: la cifra es superada por el penal de Topas en Salamanca, con un 172,5%, el de Burgos, con un 208,6%, y el de Soria, que sufre un ratio de 225,8%.
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