Hallan los grupos de células cerebrales que responden a los distintos sabores. Existen cuatro grupos de neuronas en la región de la corteza insular que se activan cuando la lengua detecta un sabor. Estas áreas se estimulan, respectivamente, con los gustos dulce, salado amargo y umami (sabor que puede encontrarse en alimentos como el jamón ibérico o el bonito en escabeche). Es extraño, que no hayan aparecido en el experimento las neuronas relacionadas con el sabor ácido, que tiene la función evolutiva de alertar contra alimentos en mal estado.
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