El transporte por avión y carretera de una persona que viaja desde Argentina hasta Ávila supone una emisión a la atmósfera de tres toneladas de dióxido de carbono (CO2). Si su propósito es acudir a una cita que dura más de un día necesitará dormir en un hotel y desplazarse por la ciudad varias veces, lo que también genera emisiones. Un estudio ha calculado la huella de carbono del Congreso Mundial de Universidades Católicas en Ávila. El estudio concluye que el encuentro supuso lanzar a la atmósfera 760 toneladas de CO2 (1,3 por asistente).
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