Los alemanes tienen pánico a la inflación. Y están viendo como la recesión se extiende por los países vecinos y afecta ya negativamente al crecimiento de la economía alemana (PIB en el primer trimestre de este año: 0,5%; segundo trimestre: 0,3%; tercer trimestre: 0,2%). La salida fácil es, de nuevo, invertir en cemento y ladrillo. Y el Banco Central alemán ya ha lanzado la voz de alarma. En lo que va de año los precios de los pisos han aumentado en un 11%.
|
etiquetas: bundesbank , burbuja , inmobiliaria , alemania