Más de 200 ejemplares de ballenas piloto, una especie protegida por la Unión Europea, fueron rajados hasta la muerte por los afilados ganchos de un grupo de pescadores en las Islas Feroe, a 230 millas de la costa británica. En las primeras imágenes, un grupo de ballenas acuchilladas para extraerles la médula espinal. La última muestra a un nonato rasgado de la matriz de su madre. Swede Peter, un activista de "Sea Sheperd", afirmó haber contado hasta 236 ejemplares muertos antes de huir tras ser reconocido.
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