Había ido al médico y antes de llegar me acordé de que estaba convocada la huelga sanitaria en Madrid. Como ya estaba metido en el coche, decidí seguir mi camino y probar suerte. Tal vez mi médico no había hecho huelga. Cuando llegué, comprobé mi error: la huelga era total. Resignado, me acerqué al mostrador, pedí nueva cita y me remitieron a una máquina, que afortunadamente para mí se encontraba operativa. Con ella me peleaba cuando pude ver por el rabillo del ojo a una joven con traje de oficina que se acercaba al mostrador principal...
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