Cada paso que daba en un campo de golf británico era celebrado apasionadamente. Desde el día que terminó segundo, detrás de Johnny Miller, en el Open de 1976 celebrado en Royal Birkdale, hasta el momento en que se despidió con su hijo haciéndole de caddy en Hoylake en 2006, ningún otro jugador fue tan apreciado por los aficionados británicos (artículo de Iain Carter, experto en golf de la BBC).
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