(...) Desde que llegó a Brasil, en 2003, ella ha trabajado de la mañana a la noche. No tiene permiso de trabajo, equipamiento de protección o asistencia médica. Ella no existe en los registros de inmigración. Oficialmente, el Gobierno brasileño no sabe de su presencia. Su salida de Bolivia, en 2003, no fue registrada tampoco. María fue traida a São Paulo por intermediarios conocidos como “coyotes”, que ganan dinero contrabandeando personas de un país a otro. En São Paulo, al menos 100.000 bolivianos están en esta condición (...)
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