A partir de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, los estados civilizados, uno tras otro, abolieron la tortura —oficialmente—. Antes, ocurrían cosas como esta: “Una mujer molesta y enfadada, discute con sus vecinos y rompe la paz pública, aumenta la discordia y es intolerable para la vecindad”, explicaba una sentencia. En ese caso, había que castigarla con una brida de hierro (Scold’s Bridle), una máscara metálica, una jaula que encajonaba su cabeza, un bozal con un hierro que entraba en la boca y se apoyaba sobre la lengua.
|
etiquetas: tortura , castigo , mujeres , máscara metálica , callar