El gran perdedor de la noche de este 23-J en Castilla y León fue, sin duda, Vox. A pesar de ser esta la primera comunidad autónoma en la que la formación de Santiago Abascal se estrenaba en un gobierno de coalición con el PP, los electores han preferido mayoritariamente concentrar el voto de la derecha en el candidato al Partido Popular para favorecer un gobierno liderado por Alberto Núñez Feijóo. Así, en Castilla y León Vox ha perdido 5 escaños, que han sido trasvasados al PP, y se queda con un solo diputado en el Congreso por esta comunidad.
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