Enfrente de la puerta trasera de la catedral de Santiago de Bilbao hay un caganer de tamaño gigante en un escaparate. Las vecinas de Bilbao están indignadas, no porque el muñeco defeque un gran zuruyo, como es tradición en esta figura escatológica catalana, sino porque nada tiene que ver con Euskal Herria. Pero parece que a la familia Alós-Pla le da igual y han pensado que a los miles de turistas que pasean por las siete calles de Bilbao les hará gracia. El caganer catalán es la última ocurrencia de los empresarios que están cambiando los esc
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