Cuando Minhaj Gedi Farah yacía silenciosamente en una cama de hospital hace tres meses, incluso su madre había perdido la esperanza de que el esquelético bebé somalí sobreviviría con un peso de sólo 3,2 kilogramos a los 7 meses de edad. Semanas de transfusiones, medicinas y siendo alimentado con plumpynut lo han transformado en un niño de mejillas regordetas que ya gatea. Esta es una de varias historias destacadas en un evento anual de recaudación de fondos realizado por el grupo Comité de Rescate Internacional. Vídeo:
goo.gl/CSfbc