Contra todo pronóstico, una bebé con apenas 23 semanas de gestación y con solo 500 gramos de peso se mantiene con vida a siete días de nacida en un hospital de Trujillo, en el norte del Perú. "Quinientos gramos prácticamente es un aborto, pero eso es lo maravilloso de la naturaleza porque hay casos así de singulares que nos dan una lección, en el sentido de que mientras hay vida o signos de vida hay que asistirlos", expresó Javier Rodríguez, uno de los médicos que la atiende en el Hospital Regional Docente.
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