Es lo que ha ocurrido con nuestra compañera, hasta hace pocos días vinculada a esta empresa mediante un contrato para la formación. La trabajadora se ha visto obligada a trabajar entre 45 y 50 horas semanales y casi siempre hasta el cierre nocturno. Pero esto no es lo más reprobable. Uno de los socios del negocio está denunciado por agredir a la trabajadora el pasado 9 de Enero, en plena Plaza San Agustín, por propinarle patadas, empujones, agarrarla del cuello y tirarla al suelo, debiendo ser asistida en los servicios de salud de urgencias.
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