El grueso de las subvenciones públicas corrió a cargo de la Generalitat Valenciana, que aportó más de 7 millones de euros. De hecho es la única que, a día de hoy y con la fundación en fase de extinción, aún tiene pagos pendientes de las últimas partidas. El ayuntamiento, que aportó cerca de 3 millones de euros, fue el primer organismo en cumplir con el pago con el que se había comprometido. La Diputació también ha aportado ya los 200.000 euros que tenía pendientes de los 350.000 euros con los que contribuyó para «salvar» la casa de la Virgen.
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