Según han explicado fuentes de su defensa, el interno ha denunciado que el agente de la Guardia Civil le puso las esposas para el traslado se las apretó hasta el punto de provocarle un gran dolor. El imputado en el caso Gürtel pidió entonces que se las aflojaran, a lo que el agente se negó. Cuando el furgón ya estaba en carretera camino del hospital, Bárcenas insistió en la situación y comunicó que en esas condiciones no quería ir al Gregorio Marañón. El furgón acabó regresando a la cárcel con el ex tesorero y otros cuatro internos dentro.
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